Las señales de advertencia de un colchón en mal estado no siempre son obvias, pero si experimentas alguno de estos síntomas, podría ser una indicación muy probable de que tu colchón no está funcionando como debería. ¿Quieres saber algunas señales que hacen indicar que un colchón está en mal estado? Te las mostramos.
Si te despiertas con dolores y molestias puede deberse a que las capas de confort de tu colchón se están estropeando, lo que hará que se generen puntos de presión en el núcleo de soporte más firme.
Dar vueltas en un colchón incómodo puede provocar una mala calidad del sueño. Si te despiertas con sensación de no haber descansado, es síntoma de que tu colchón puede estar al final de sus días. Otras señales de que tu colchón está afectando a tu sueño son el despertarse varias veces durante la noche o que tardes más de lo normal en quedarte dormido.
Casi todos los colchones comienzan a hundirse poco a con el tiempo como resultado de soportar el peso de tu cuerpo noche tras noche. Un colchón hundido puede provocar apoyos desiguales de la columna vertebral, lo que hace que se acumule presión en la espalda y el cuello mientras duermes.
Ver hendiduras permanentes del cuerpo en el colchón es una clara señal de que necesitas reemplazarlo.
Las capas de los colchones trabajan juntas para apoyar la forma de tu columna vertebral. Las capas de confort están ajustadas para favorecer la correcta alineación de la columna vertebral sin que se hunda en exceso.
De la misma manera, el núcleo de apoyo trabaja para proporcionar una base estable que ayuda a soportar las partes más pesadas de tu cuerpo y mantener la columna vertebral en un plano uniforme. Si tiendes a despertarte rígido y con molestias o dolores, puede deberse a un colchón sin apoyo.
La capacidad de regulación de la temperatura de un colchón depende sobre todo de los materiales utilizados para su fabricación.
Los colchones de muelles ensacados suelen ser más frescos, mientras que los colchones de latex atrapan más calor debido a su construcción más sólida.
Las capas de confort del colchón también pueden volverse más blandas, lo que permite hundirse más en el colchón y dejar menos espacio para la circulación del aire alrededor.
La acumulación de alérgenos es común en los colchones desgastados, que han tenido mucho tiempo para acumular pelo de mascotas, moho y otros alérgenos. Si tienes problemas de alergias en casa, tu colchón desgastado puede ser uno de los culpables.
Para evitar la aparición de moho debajo del colchón, usa una base que deje espacio para que pase el aire por debajo del colchón. Otro truco para reducir la posible acumulación de alérgenos es usar un protector de colchón que pueda lavarse fácilmente a máquina.
Los colchones acumulan células de piel muerta que atraen a los ácaros del polvo. En el caso de personas alérgicas, los ácaros del polvo pueden provocarles estornudos, ojos llorosos, presión en los senos paranasales y secreción nasal.
Los colchones de muelles interiores son más propensos a albergar ácaros del polvo, mientras que los colchones de látex y espuma tienen menos espacios abiertos para que vivan. Aspirar periódicamente el colchón o utilizar protectores de colchón puede ayudar a mantenerlos alejados del mismo durante un tiempo.
Aunque algunos colchones duran más que otros, tarde o temprano todos los colchones empiezan a perder sus capacidades. El cuidado inadecuado, el peso añadido y el hecho de no utilizar bases de colchón adecuadas pueden acortar la vida útil de tu colchón.
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